3 ene 2011

Tributo a mi amigo David Consuegra. / Ronald Shakespear

El pajaro no canta porque tiene una respuesta.
Canta porque tiene una canción.




Las 8.30 de una hermosa mañana de Noviembre del 2004 en Xalapa,Veracruz.
El bar del hotel estaba colmado de diseñadores de todo el mundo convocados
por la Bienal del Cartel y el Festival Internacional del Diseño y las Artes.

De pronto, en medio del descomunal ruido del desayuno, se oyó una voz clara y serena
que paulatinamente fué creciendo en volumen.

Caro mio ben, credimi almen, senza di te languisce il cor,
caro mio ben, senza di te languisce il cor.
Il tuo fedel sospira ognor.
Cessa, crudel, tanto rigor!
Cessa crudel, tanto rigor, tanto rigor!
Caro mio ben, credimi almen, senza di te languisce il cor,
caro mio ben, credimi almen,senza di te languisce il cor.

Mi esposa Elena y yo cumplíamos treinta y ocho años de casados ese día de Xalapa.
David Consuegra tomó la decisión de celebrarlo y cantó. Caro mio ben, Core ingrato. Y más. Conmovedor. Inolvidable.

Core, core 'ngrato,
t'aie pigliato 'a vita mia,
tutt'è passato e
nun'nce pienze chiù.

Catarí, Catarí...
tu nun 'o ssaje ca
fino e 'int'a na chiesa
io só' trasuto e aggiu pregato a Dio,
Catarí.

Los ojos que ves, no son ojos porque los veas. Son ojos porque te ven.
(Machado)

Nos encontramos por primera vez en Xalapa, México.Por un síndrome latinoamericano,
sin duda, nunca nos habiamos cruzado antes.La vida nos depara esas sorpresas.
Fueron días intensos de una amistad maravillosa que acababa de nacer al influjo
de nuestro oficio común.El Diseño.

Los mismos sentimientos, emociones,historias, desvelos.
Miles de historias semejantes. Charlas interminables, códigos compartidos, afectos
recíprocos,las ideas, el oficio terrestre.El Diseño como una forma de vivir.

Luego, esa noche, David presentó mi libro -Señal de Diseño- en la galería Alva de la Canal, donde se exponía la obra gráfica de mi estudio.

Otro acto de diseño de David.Como el libro se había agotado después de mi conferencia
de la mañana, no había ejemplares para la presentación.

El Maestro David pidió un ejemplar a los asistentes, se sentó comodamente, cruzó
sus piernas y luego -despaciosamente- comenzó a leer el libro. Sin prisa y sin pausa.
Que más puedo decir?

Después nos dimos un abrazo de aquellos y partió a México DF con su esposa.
Al día siguiente, David decidió irse.

Es evidente que el Supremo Creador había llamado a su Diseñador preferido.
David Consuegra.

En algún lugar está ahora diseñando, escribiendo, cantando. Como siempre.

A veces hablo con él. Nos quedaron muchas cosas en el tintero.

"Piensa siempre distinto. Pues claro, siempre piensa."
Sobre Ortega y Gasset.

Ambos habíamos trabajado en la docencia en la Universidad pública y compartíamos
los mismos desvelos acerca de la educación visual.

El papel que juega la luz en Rembrant, el montaje en Orson Welles, el lenguaje en Garcia Marquez o el sonido en Mozart, son infinitamente mas importantes que el dominio de la Mac.

Yo me formé principalmente en el cine.Y durante mucho tiempo pensé que ese era mi destino.

David amaba el cine y juntos evocamos -en aquellos días de Xalapa- a Bergman, Truffaut, Eisenstein, Pudovkin,Rene Clair.Los clásicos.Y la Juana de Arco de Theodore Dreyer, el Ciudadano Kane, Fitzcarraldo y Aguirre la Ira de Dios.Hitchcock, Duvivier, y Bergman otra vez.

El Chacal de Nahuel Toro, Blade Runner, el Anthony Hopkins de Lo que queda del día,
Renoir,Godard, Woody Allen de la Rosa Purpura del Cairo,todo Francis Ford Coppola.
Y más. El cine es puro diseño.

En mi visión personal la estética cumple un rol secundario en el diseño.Nuestro trabajo no es solo resolver problemas sino detectarlos. El diseñador en un sastre a medida no una estrella.

Cuando James Ivory encargó a Anthony Hopkins hacer la construcción de este personaje fantástico que era el sirviente en “The remains of the day”, Hopkins tuvo en un cierto momento un problema de carácter conceptual y pidió ayuda. Ivory le recomendó hablar con un viejo butler, un viejo mayordomo de Windsor, que era un experto en el tema.Por lo cual Hopkins lo invitó a tomar el té.

Se sentaron, charlaron por un largo rato pero en realidad, cuando terminó la reunión,
Hopkins tuvo la sensación de que este viejo sirviente no le había dicho nada nuevo. Lo acompañó hasta la puerta y ya cuando se iba, decidido a extraer algo del personaje, le espetó: “dígame, finalmente, ¿qué es un sirviente?”. El viejo hombre se dió vuelta, meditó un instante y le dijo: ”un sirviente es alguien que cuando entra a una habitación, ésta parece aún más vacía que antes.”

Creo poder decir que David y yo compartíamos esta lúcida historia con alegría y convicción. O aprendemos a escuchar a la gente o no le daremos solución a sus problemas. Si el diseño no sirve para que la gente viva mejor, entonces no sierve para nada.

"No toda es vigilia la de los ojos abiertos."
Macedonio Fernandez

David era un enamorado del libro.Sus libros son joyas hechas con devoción.
En busca del cuadrado es una obra ejemplar. Pero no estoy hablando solamente de la erudición,
sino - y principalmente- de su infinita sensibilidad.

David me decía que en los 500 años desde que Gutemberg inventó la imprenta 30 millones de
libros han sido impresos.Otros 30 millones se han impreso en los ultimos 5 años.

Ante el aluvión de internet,algunos sugieren que sabemos más y más sobre menos y menos. Y que pronto sabremos mucho sobre nada.

El drama de internet es que "no se puede sentir el olor a tinta sobre el papel", dijo David.

La mente trabaja con ideas y no con información, de tal manera que adquirir conocimiento no tiene sentido si no aprendemos a usarlo. Por ejemplo, el diccionario contiene todas las palabras del mundo pero ninguna le dice al poeta que tiene que escribir.

David y yo venimos de la historia fundacional de diseño en Latinoamérica. El concepto diseño no estaba acuñado hace cincuenta años en nuestros paises.

El diseño ha cambiado en los últimos 20 años mucho más que en los quinientos años anteriores.
Vivimos en una era en que la ingeniería de la simulación hace trotar dinosaurios en los jardines
de audiencias fascinadas.El mundo ha cambiado,la gente ha cambiado, el diseño ha cambiado.

"La tragedia no es apuntar alto y errar. La verdadera tragedia es apunta bajo y acertar."
Miguel Angel

Le contaba a David, cenando una noche en Xalapa esta historia que había oído recientemente por boca de mi amigo Alan Fletcher.

En el siglo 53 antes de Cristo, Marco Casio invadió Parthia (el actual Irak y vecina de Persia) con 40.000 hombres y el objetivo de extender el imperio romano. El resultado fue una catástrofe. Y se debió fundamentalmente al diseño del arco de los parthianos, quienes eran maestros en el
uso de esta arma de guerra.

El arco parthiano fué un arma construída con un resorte laminado, con un alcance y poder que hizo que las legiones quedaran indefensas. Murieron 20.000 romanos y 10.000 fueron prisioneros.

Pero lo importante para nosotros es que los parthianos no vencieron porque tuvieran un mejor General. Vencieron porque tuvieron un mejor diseñador. El diseño no es necesario. Es inevitable.

A David le encantó esta historia, le encantaban las historias.
Las metáforas y los cuentos. Su mirada amplia y generosa cubría un escenario infinito .
Una constelación de hechos,conecciones y sabiduría.

David citó a Einstein, "no es posible hacer una observación, a menos que el observador tenga una teoría para aplicar a lo que está mirando."
Finalmente, cada uno ve lo que sabe, diría Nelson.

"Vengan al borde, él les dijo.
Tenemos miedo, ellos respondieron.
Vengan al borde, él repitió.
Ellos fueron,
El los empujó...y ellos volaron."
Guillaume Apollinaire

Me han dicho que Chesterton (¿o quizás era el Padre Brown ?) recorría el sur de Francia cuando un cierto día llegó a una catedral en construcción. Allí entabló este diálogo con las personas que trabajaban en la obra.

-“¿Y tú que haces aquí”?- preguntó Chesterton. -“Estoy construyendo un atrio magnífico”- respondió uno.

-“¿Tú, a qué te dedicas”?-preguntó a otro. “Estoy construyendo un púlpito de ébano y oro macizo como nunca existió”- fue la respuesta.

-“¿Que haces tú”?- preguntó a un tercero-.“Estoy construyendo el campanario más hermoso de la cristiandad”-, respondió.

Un poco fatigado, Chesterton se acercó a un viejo arquitecto, que sumido bajo un mar de planos corregía con fervor.

-“¿Y tú que haces, buen hombre”?-

-“Estoy haciendo una catedral para la gente, contestó”.-

Estoy seguro que este hombre era-naturalmente- David Consuegra.

Ronald Shakespear
Buenos Aires/

www.shakespearweb.com

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